Desde Diciembre y hasta el 12 de Marzo, una instalación sorprendentemente simple de la artista Yayoi Kusama, se lleva a cabo en la Queensland Gallery of Modern Art en Australia.
En el espacio se reconstruye un entorno doméstico, con diversos muebles y objetos y luego se ha pintado todo de banco brillante. Si bien esto puede sugerir una topografía cotidiana vaciada de todo el color y la especificidad, al mismo tiempo funciona como un lienzo en blanco para ser vigorizado – o, en el vocabulario de Kusama, ‘borrado’ – a través de la aplicación, en todas las superficies disponibles, de etiquetas de colores brillantes en forma de puntos.
En el transcurso de dos semanas, los visitantes más pequeños del museo recibieron miles y miles de stickers de colores y se les invitó a colaborar en la transformación del espacio, convirtiendo la casa en un vibrante explosión de manchas de color.
De esta manera, la habitación blanca se va destruyendo poco a poco durante el transcurso de la exposición y el espacio cambia sensiblemente con el paso del tiempo, a medida que los puntos se acumulan como resultado de miles y miles de pequeños colaboradores.